El Camino del Norte es un paseo por el norte de España donde, además de caminar, podrás degustar algunos de los mejores platos que se elaboran en España y de gente muy amable. Tu viaje empezará en San Sebastián, una ciudad conocida por tener una gran cantidad de Estrellas Michelín en su ciudad.
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Resumen de la ruta del Camino del Norte
El Camino del Norte pasa por cuatro comunidades autónomas: País Vasco, Cantabria, Asturias y Galicia. Comenzando en la pequeña ciudad fronteriza de Irún, la ruta serpentea por la costa hasta llegar a Galicia, donde gira hacia el interior y se une al Camino Francés para la última etapa en Arzúa. La distancia de Irún a Santiago es de 825 km en total y puede conquistarse cómodamente en 32 etapas.
Aunque se llama ruta costera, no siempre se ciñe a la costa. Hay muchas etapas en las que no se ve el mar. Algunos peregrinos prefieren desviarse de la ruta costera a mitad de camino y girar hacia el interior en Villaviciosa uniéndose al Camino Primitivo en la capital de Asturias, Oviedo.
Terreno
Dado que la ruta serpentea en paralelo a la costa del norte, el terreno está arrugado por los ríos que se adentran en el mar, lo que proporciona a los peregrinos una dosis completa de descensos y ascensos. Con el peso añadido de la mochila, esto hace que el Camino del Norte sea especialmente duro para las rodillas. No obstante, los impresionantes panoramas merecen la pena.
El País Vasco destaca por su terreno montañoso que te lleva por valles verdes y húmedos y extensos bosques. Cuenta con numerosos ascensos y descensos que oscilan entre los 300 y los 500 m. Al entrar en Cantabria, el camino se compone mayoritariamente de carreteras asfaltadas y a menudo discurre por las autopistas. Algunos tramos ofrecen alternativas sin asfalto, pero el precio suele ser unos cuantos kilómetros más. Lo más destacado de esta región son varias playas encantadoras y valles como Liendo y Güemes. El terreno en Asturias vuelve a ser montañoso y rural, pero no tan exigente físicamente como en el País Vasco. Aunque sigue habiendo carreteras asfaltadas, hay muchos más caminos naturales y de tierra que en Cantabria. Justo después de llegar a Galicia, la ruta abandona la costa descendiendo hacia el suroeste a través de verdes colinas y pastos gallegos apenas habitados.
Señalización del camino
El Camino está marcado con la tradicional flecha amarilla, que en algunas partes de la costa va acompañada de las barras rojas y blancas de un sendero de gran recorrido.
La señalización en el País Vasco es excelente y fácil de seguir, mientras que en Cantabria puede ser un poco confusa, así que asegúrate de comprobar bien la ruta el día anterior. En Asturias la señalización es correcta en su mayor parte, pero puede ser confusa en algunos tramos, por ejemplo, en el Monte Areo, (a 10 km de Gijón), y también entre Luarca y Villapedre. Galicia, al ser la etapa final, está marcada de forma experta.
¿Cuándo ir?
Olvídate del insoportable calor del sur de España. El tiempo en la costa norte es mucho más húmedo y puede ser cambiante a veces: piensa en los chubascos. Sin embargo, el intenso verdor compensa con creces las mayores posibilidades de lluvia.
La mejor época para emprender tu viaje desde el punto de vista meteorológico es en los meses de verano, entre junio y septiembre. Aunque si las previsiones meteorológicas son especialmente optimistas, mayo u octubre también pueden ser magníficos para caminar. Los meses de invierno no son recomendables, ya que las temperaturas pueden ser notablemente bajas y las lluvias frecuentes (a menudo fuertes) son inevitables.
Agosto es el mes más ajetreado, así que si esperas una experiencia más solitaria, intenta planificar tu viaje hacia el principio o el final de la temporada.
¿Qué ver en el Camino del Norte?
El Camino del Norte es una ruta llena de impresionantes panoramas tanto montañosos como costeros. Tampoco le faltan joyas culturales e históricas. Los centros históricos de las ciudades y los ejemplos de impresionantes monumentos eclesiásticos enmarcan el camino en todas las regiones.
¿Por qué el Camino del Norte?
En comparación con las otras rutas, el Camino del Norte es más exigente físicamente debido a las frecuentes subidas y bajadas como consecuencia del terreno montañoso. Las personas que tienen problemas con las rodillas o no están en muy buena forma deberían optar por una alternativa menos exigente. Sin embargo, el paisaje compensa el sudor y el esfuerzo. Es la ruta perfecta para quienes quieran escapar de la popularidad masiva que ha sufrido el Camino Francés en los últimos años y sumergirse en una experiencia más solitaria y quizá espiritual.